Quemazón intensa, descargas eléctricas,sensación de agujas clavadas… estos son algunos de los síntomas que refieren los pacientes que sufren del Síndrome atrapamiento del nervio pudendo. Esta enfermedad afecta a la parte más intima del cuerpo, aquella que inerva el nervio pudendo, desde el pene o clítoris hasta el ano.
El nervio pudendo es un nervio sensitivo, motor y del sistema nervioso autónomo que nace de las raíces sacras y que a continuación se dirige hacia la pelvis para dar sus tres ramas terminales: el nervio dorsal del pene o del clítoris, el nervio rectal inferior y el nervio perineal.
La neuralgia del nervio pudendo la encontramos en, mayoritariamente, mujeres de entre 50 y 70 años. La topografía del dolor es perineal, desde el pene o clítoris hasta el ano aunque puede tener irradiaciones hacia la vulva o el escroto. Puede ser unilateral o bilateral. En cuanto a su aparición puede ser desde súbita y mantenerse constante hasta tener periodos de remisión. El tipo de dolor es neuropático y la postura es un factor determinante para su aparición.
Nervio Pudendo Hombre
Nervio Pudendo Mujer
El nervio pudendo es un nervio que tiene un grado de movilidad muy reducido debido a su trayecto anatómico. Este hecho explica porqué los pacientes experimentan un aumento del dolor cuando están sentados ya que en esta posición el nervio pierde movilidad y es comprimido por las estructuras que lo rodean. Para evitar el dolor los pacientes se sientan en estructuras con agujeros en medio o viven de pie o están tumbados.
Para su diagnóstico no hay criterios patognomónicos a nivel radiológico ni de laboratorio ni electrofisiológicos. Por este motivo se definieron unos criterios clínicos principales para ayudar en el diagnóstico, los “Criterios de Nantes”.
– El dolor tiene que localizarse en el territorio inervado por el nervio pudendo: desde el clítoris o pene hasta el ano.
– La posición sentada es dolorosa.
– El paciente no se despierta por la noche debido al dolor.
– No hay una pérdida objetiva de sensibilidad en el examen clínico.
– El bloqueo del nervio con anestésico local es positivo.
En algunos pacientes esta enfermedad no sólo se manifiesta como un dolor perineal sino que también puede expresarse como una sintomatología a nivel urinario, sexual o digestivo. La compresión del nervio provoca una contractura de la musculatura pélvica que puede inducir estreñimiento, dificultad para orinar o dolor con las relaciones sexuales. También encontramos un aumento de la sensibilidad cutánea, de mucosas o de los órganos vecinos (vejiga, recto, útero).
La sintomatología es tan diversa que la enfermedad es difícil de diagnosticar, hecho que explica el porqué del diagnostico tardío en la mayoría de los pacientes.
Dada su característica neuropática, los medicamentos prescritos para tratar el dolor provocado por la neuralgia del nervio pudendo son antidepresivos o antiepilépticos ya que éstos disminuyen la excitabilidad de las células del sistema nervioso. Los analgésicos son poco eficaces.
También se recomienda tratamiento con fisioterapia para relajar la musculatura contracturada, TENS, electroestimulación, terapia cognitivo-conductual o meditación con conciencia plena.
Dado que los resultados de la cirugía no son siempre positivos, sólo la indicaremos cuando se trate de un dolor invalidante en el que haya fracasado el tratamiento conservador antes descrito y cuando el paciente cumpla estrictamente todos los criterios diagnósticos.
La finalidad de la cirugía es volver a dar al nervio la movilidad perdida. Hay diferentes técnicas descritas:
– Técnica trans-isquio-rectal. Consiste en la entrada en la fosa isquio-rectal mediante una inicisión vaginal o perineal en el caso de los hombres. Se secciona el Ligamiento Sacro Espinoso y posteriormente se avanza caudalmente hasta seccionar el proceso falciforme y llegar al canal de Alcock que se libera.
– Técnica trans-gluteal. Consiste en un acceso a través del glúteo, a continuación se secciona el ligamento sacrotuberoso para visualizar el paquete vasculonervioso pudendo que se sigue hasta su entrada en el canal de Alcock para liberarlo.
– Técnica laparoscópica.
En cuanto a los resultados de la cirugía, un 70% de los pacientes mejoran de su sintomatología, un 5% empeoran del dolor.
La neuralgia del nervio pudendo es una enfermedad compleja y de muy difícil manejo. Hay pacientes con una sintomatología rebelde a todo tipo de tratamientos y que deben estar tumbados para no tener dolor, pero también hay pacientes que vivían tumbados y que con el tratamiento adecuado consiguen recuperar una vida normal.