Té conocí en Marzo del 2013, fue para las fechas de mi 32 aniversario, fue toda una sorpresa para
mí, ya que llegaste a mi vida de repente. Nos hemos ido conociendo durante estos años poco a poco,
al principio eras un gran desconocido para mi y para las más de diez personas que te conocieron.
Hasta que en agosto del 2013 una persona me dio tu nombre, te conocía pero no sabía como tratarte,
quise saber más de tí y te busque en internet, encontré a una persona que te conocía muy bien y la
fui a visitar, para que me contase más cosas sobre tí.
Estamos en 2017 y aún sigues acompañándome día a día minuto a minuto segundo a segundo, eres
como una montaña rusa y muy impredecible y también eres agresivo, punzante, quemante y pesas
una tonelada. Eres una carga enorme, eres raro ya, que nada te elimina, sigues estando dentro de mí,
veo que te gusta dar el coñazo, quiero decirte que seguiré luchando a diario. Algún día dejaremos de
hablarnos, ese día te habré vencido. Hasta que ese día llegue seguiré tratándote a diario con la ayuda
de mí persona y de las personas que tengo a mi alrededor que de verdad me quieren y me
comprenden y a la vez que también te entienden y te comprenden a tí ya que actualmente somos un
pack 2 por 1.
Simplemente decirte que no me dejaré vencer, hay días que casi lo consigues, pero luego pienso que
la esperanza es lo último que se pierde, igual que llegaste de repente a mi vida, tengo la esperanza
de que te largarás para siempre.
Atentamente,
Luchadora número uno contra tí.
Hola a todos/as espero que mi testimonio os pueda servir para sentiros comprendidos/as y que no
estais solos/as sino que existimos más personas que sufrimos patologías relacionadas con Dolor
Pélvico Perienal Crónico.
Todo empezó hace cuatro años en marzo 2013. Me levanté un día de la cama por la mañana con
mucho dolor y quemazón en la zona vulvar, tenía 32 años, acudí a una consulta privada con un
ginecólogo y el primer diagnóstico que obtuve fue hongos. Pero yo sabía que no podían ser, pues
había sufrido de ellos hacía años una vez y no notaba los mismos síntomas. Después de probar el
tratamiento y que este no funcionara y que los cultivos dieran negativos todos los que me llegaron a
realizar que fueron varios, el médico me dijo entonces que podía ser sequedad vaginal, otro
tratamiento para ello y nada. También me dijeron que podría ser infección de orina, me hicieron
varios análisis de orina que dieron negativos y nada y también me dijeron que podía ser una
dermatitis vulvar, tratamiento con cortisona y nada así pasé por diez ginecólogos durante un
peregrinaje que duró cuatro meses hasta que, por fin, conseguí mi ansiado diagnóstico. Decidí ir a la
consulta de mi dermatólogo de toda la vida el Dr.Castells ya que el último ginecólogo que me visitó
al decirme que era una dermatitis pensé en ir a visitarme con él y me dijo que tenia vulvodinia pero
que él no podía tratarme de ello ya que no era de su especialidad, que me tenía que tratar un médico
ginecólogo experto en ello. Al llegar a casa lo primero que busque en Google porque nunca antes
había escuchado ese nombre, puse asociación de vulvodinia y me salio el nombre de la asociación,
gracias a ella pude hablar con ellos/as en concreto con la presidenta y ya me derivaron al Dr.
Pessarrodona ginecólogo experto en esta patología, cuando llegué a la consulta del doctor tenía la
zona vulvar muy mal debido a todos los tratamientos anteriores erróneos por los más de diez
ginecólogos que me habían visitado anteriormente. Lo que pasó con todos esos tratamientos es que
me empeoró muchísimo mi cuadro de dolor y quemazón.
Desde agosto del 2013 he llegado a hacer practicamente todos los tratamientos que podéis encontrar
en la sección de patologías apartado de vulvodinia muy bien redactado por el Dr Oriol Porta Roda
ginecólogo experto también en esta patología.
La vulvodinia generalizada no me llegó sola. Mi dolor viene acompañado de síndrome miofascial
de varios músculos de la pelvis (dolor muscular muy intenso) que también os recomiendo ver la
definición en la sección patologías escrita por Mònica Casas fisioterapeuta. Además, por culpa de
los propios dolores sufro desmayos (sincope vasovagal). Mi vida ha cambiado por completo, como
la de tantas otras mujeres y hombres que forman parte de la Asociación de Dolor Pélvico Perineal
Crónico (ADOPEC) así como la de tantos otros/as pacientes que sufren de DPC, que intentamos
romper el silencio que existe alrededor de estas patologías y luchamos a diario para que se
investiguen y que cada vez más facultativos sepan de ella para que los diagnósticos sean mas
precisos y más tempranos.
Mi estado actual es que tengo que pasar muchas horas tumbada en la cama porque así el dolor
pélvico es menos intenso y más llevadero y soportable y que tengo varias diversidades funcionales.
Para terminar os dejo tres frases con lo que siento a diario «Tengo la sensación de arrastrar una
piedra enorme que cuelga de mi vagina, y que me provoca una sensación de fuego se irradia hasta
mis rodillas». “Toda mi zona vulvar esta permanentemente como si tuviera el fuego de una chimenea
encendida en pleno invierno”. ”Un cuchillo está rasgando continuamente mi zona vulvar”.
Quiero agradecer a todos/as los/as facultativos/as que actualmente me están ayudando y tratando y
que siguen investigando sobre todas las patologías del DPC.