Se distinguen principalmente dos subtipos: vulvodinia localizada y vulvodinia generalizada. A veces pueden coexistir ambos.
Vulvodinia Localizada
La mayoría de las mujeres afectadas tienen dolor sólo en una parte de la vulva. Si el dolor es en el vestíbulo (la zona alrededor de la abertura vaginal, especialmente la horquilla o zona inferior) se suele hablar de vestibulodinia (anteriormente se denominaba vestibulitis vulvar).
La mayoría de mujeres con vulvodinia localizada tienen Vulvodinia localizada provocada o Vestibulodinia provocada, en la que el dolor aparece al contacto o con la aplicación de presión (hay algo que provoca o desencadena la aparición del dolor), como por ejemplo:
* Relación sexual coital
* Inserción de tampones
* Una exploración ginecológica
* Sentarse durante períodos prolongados
* Usar ropa ajustada (tanga, tejanos…)
Una forma menos frecuente de vulvodinia localizada es la clitorodinia (dolor en el clítoris), que puede ser muy dolorosa.
Además, la vulvodinia localizada provocada puede ser primaria o secundaria. Las mujeres con vulvodinia primaria han experimentado dolor ya desde el primer intento de penetración. Las que la sufren de forma secundaria, en cambio, han podido mantener relaciones sexuales sin problemas antes de la aparición del dolor.
Vulvodinia Generalizada
En las mujeres con vulvodinia generalizada el dolor no afecta a una zona en concreto sino que se distribuye (a menudo de forma irregular) en toda la vulva. El dolor suele aparecer de manera espontánea (no provocada) y es relativamente constante, aunque puede haber períodos libres de dolor o con mejora significativa.
Las actividades que implican aplicar presión sobre la zona, como sentarse mucho rato o la actividad sexual suelen exacerbar los síntomas.
Causas de la vulvodinia
No se sabe exactamente cuales son las causas de la vulvodinia. Sin embargo, se sabe que la vulvodinia no es causada por una infección o una enfermedad de transmisión sexual. Se especula que una o, probablemente más de una, de las siguientes circunstancias predisponen, subyacen o favorecen la aparición de vulvodinia:
* Una lesión o irritación de los nervios que transmiten la información del dolor desde la vulva hasta la médula espinal.
* Un aumento en el número de receptores sensitivos o de fibras nerviosas sensitivas en la vulva.
* Niveles elevados de mediadores de la inflamación en la vulva.
* Una respuesta anormal de las células de la vulva a factores ambientales como la infección o el traumatismo (cicatrices, etc.).
* Una susceptibilidad genética a la inflamación crónica y/o una incapacidad para responder a la infección.
* Debilidad, inestabilidad o espasmo de los músculos del suelo pélvico.
Probablemente, una respuesta inadecuada a una lesión aguda, favorecida por factores intrínsecos y extrínsecos (emocionales, contextuales), activa los circuitos que tienden a perpetuar la respuesta dolorosa, en los que participa el sistema nervioso central (SNC), con cambios neuroplásticos (memoria de dolor). Así, cuando la lesión aguda se resuelve, el dolor persiste, a pesar de que ya no exista una lesión evidenciable.
TRATAMIENTO DE LA VULVODINIA
Al tratarse de cuadros complejos, se recomienda la participación de diversos profesionales para poder ofrecer un tratamiento interdisciplinario. Esto puede significar visitar a:
* Ginecólogo o especialista en patología vulvar
* Dermatólogo
* Neurólogo
* Especialista en dolor (anestesiólogo)
* Fisioterapeuta y/o rehabilitador
* Psicólogo
Como suele afectar también a la esfera sexual, puede ser recomendable visitar a un sexólogo.
Como no se conocen las causas, el objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, lo cual normalmente se consigue solo parcialmente. Algunas mujeres responden a un tratamiento particular, mientras que otras con síntomas similares pueden no hacerlo o sufrir efectos secundarios inaceptables.
No hay un único tratamiento apropiado, a menudo se trata de una combinación, y puede llevar cierto tiempo encontrar el régimen terapéutico adecuado para una paciente en particular, por lo que debe individualizarse cada caso.
Los tratamientos actuales de la vulvodinia incluyen:
* Evitar sustancias irritantes o aquello que desencadena el dolor.
* Medicación oral para tratar el dolor. Como el dolor no es inflamatorio sino que en él participa el sistema nervioso, algunos de estos fármacos pretenden alterar la forma como las fibras nerviosas transmiten sus impulsos hacia la médula espinal y producen la sensación de dolor. Los más conocidos o con más experiencia de uso son los antidepresivos tricíclicos (normalmente a baja dosis). Estos fármacos se prescriben porque alteran la forma en que se transmite la sensación dolorosa a través de las fibras nerviosas, no porque su médico piense que todo está en su mente o su cerebro.
o Antidepresivos tricíclicos
o Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
o Anticonvulsivantes
o Opioides
* Medicaciones tópicas
o Cremas hormonales (por ejemplo, que contengan estrógenos)
o Anestésicos locales (por ejemplo, con lidocaína)
o Fórmulas tópicas compuestas
* Rehabilitación muscular del suelo pélvico, terapia manual (fisioterapia)
* Terapia Cognitivo Conductual
* Bloqueos nerviosos
* Toxina Botulínica
* Neuroestimulación o neuromodulación
* Cirugía (sólo en la Vestibulodinia provocada)
* Medicina complementaria (acupuntura, osteopatía, hipnosis, nutrición, etc.).